"Se rasgan las vestiduras, ni aguantan nada""Con esta noticia ya nadie habla de las elecciones"Aún cuando un tema del que no se habla -por incómodo- es tan común que se convierte en un "secreto a voces", de todos modos sigue siendo visto como una especie de "secreto", se comenta en voz baja, se sospecha, no hay pruebas, en fin... pero cuando el tema es noticia para el New York Times (NYT) y lo recogen TODOS los medios de comunicación nacionales, entonces deja de ser un "secreto", aunque sigue siendo un tema incómodo, al menos por un rato, tal vez hasta que pase la tormenta de las elecciones que no salieron como era esperado.
Recordemos que el tema en cuestión -el espionaje gubernamental a través de software fue noticia global hace años. En esta ocasión se trata de un "malware" llamado Pegasus y es casi de ciencia ficción, pues al parecer permite intervenir sin dejar rastro cualquier teléfono inteligente, acceder a la cámara y micrófono, grabar, transmitir, etcétera.
Pero no hay razón para alarmarse, pues no está diseñado para cosas "malas", claro, lo que Pegasus hace es apoyar a las agencias de inteligencia de los gobiernos del mundo en su eterna lucha contra los bandidos, terroristas y demás criminales organizados que atentan contra nuestro estilo de vida. Pero el caso -hipotético- de un gobierno que llegase a intervenir teléfonos de periodistas y activistas para coaccionarlos sería no solo uno de invasión a la privacidad -protegida en las sociedades progresistas como un derecho inalienable-, sino algo mucho más serio.
Al parecer, a la luz de la nota del NYT, en nuestro México lindo y querido, el espionaje corre a cuenta del erario público y no va dirigido contra criminales ni delincuentes ni civiles que por sus acciones pudieran representar un riesgo para la "seguridad nacional", que en realidad parece ser un eufemismo para "conservar el status quo", pero digamos "seguridad nacional" para guardar las apariencias y no entrar en más controversia, concedo sin coincidir.
El espionaje gubernamental mexicano, según el prestigiado rotativo estadounidense, cuesta 100 mil dólares por ocasión, es del tipo "pago por evento" y va orientado a periodistas y activistas de derechos humanos... sí, periodistas y activistas.
Con esos precios debe ser "muy necesario" -en medio de la crisis económica, los recortes al presupuesto y la austeridad gubernamental- vigilar a esos "peligrosos" activistas y periodistas. ¿Qué se creen? ¿están convencidos que por ser ciudadanos la constitución nada más por haber nacido aquí les otorga derechos y garantías individuales? ¿será que sufren de alucinaciones? ¿estarán pasando por una crisis? ¡No! ¿Cuál crisis?
¿Crisis? "la que tienen en sus mentes" escuché decir a alguien una vez.
"Oye, pero tampoco vamos a creer todo lo que publican los gringos" Aún concediéndole el beneficio de la duda al gobierno federal, no podemos ignorar que aquí lo curioso no es que se de a conocer esta presunta situación a través de un medio de comunicación extranjero, lo curioso es como responde la administración federal a tan severas acusaciones, con un simplista, "no hay pruebas" que es igual a decir "sí, claro que sí, por supuesto que sí, desde luego que sí, a wiwi que sí yo fui pero... [XXXX]! No pueden probarme nada".
De hecho, el Sr. Presidente declaró que efectivamente, su administración sí compró el mentado programa de espionaje, pero que se usa para la seguridad nacional, luego dio instrucciones a la PGR para investigar las fuentes de estas acusaciones que son, dijo, infundadas, pues afirmó que nadie puede probar nada. Lo cual desató una singular ola de respuestas por parte de la prensa nacional que se sintió aludida -los comunicadores han presentado datos de más de 50 intervenciones telefónicas- el impacto de las declaraciones fue tal, que el mandatario tuvo que salir nuevamente a decir, momentos después, que no se refería a que la PGR investigara a los periodistas que aseguran han sido espiados, sino que lo que él dijo es que se investigue a quién está interviniendo, si es que alguien está interviniendo y que su gobierno respeta la libertad de expresión. En su declaración previa aseguró que él se siente espiado e incluso señaló que su gobierno "tolera" la crítica.
Respetuosamente y con infinita humildad me permito escribir lo siguiente, en una democracia la crítica no se tolera, se toleran las incomodidades como los mosquitos o a la gente tonta y grosera, la crítica hacia acciones gubernamentales obedece a la diversidad de opiniones, de perspectivas, de puntos de vista y esa es la base misma de la democracia, un lugar donde caben todas las voces por derecho propio, no donde son "toleradas" por un benevolente y generoso "amado líder".
Pero volvamos al tema de la acusación vertida por el diario NYT sobre el gobierno mexicano, por disparatada o atinada que ésta sea, no podemos afirmar sin una investigación propia que cada línea de texto del reportaje de investigación -extranjero- sea verídico al pie de la letra. El Presidente dice que la PGR va a investigar, los legisladores en San Lázaro ya pidieron la creación de una fiscalía autónoma, pues la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) aseguran ha sido rebasada por la situación y además es en realidad una rama de la PGR, algunos periodistas ya acudieron incluso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a demandar el presunto espionaje gubernamental.
Y escribo "presunto" pues la historia mediática reciente nos permite ver con claridad que cualquier noticia puede resultar una verdad a medias o una mentira completa. Cuando la PGR detiene o abate (asesina) a algún sospechoso por presuntas actividades criminales, se nos olvida que en ese punto todavía es "presunto culpable", en esa etapa no ha llegado ni al juicio menos a la sentencia y la sociedad ya lo declaró culpable de cualquier atrocidad. No todo lo que se publica es verdad y esa sí que es la verdad.
¿Qué tal que resulta que el que espía no es el gobierno? Entonces es peor. ¿Quién tiene ese poder y para qué lo usa? Los conglomerados de medios de comunicación han dado pie al monopolio de la noticia, con un estilo corporativo, lo más alejado posible de la ética periodística para poder ser económicamente viables, pues "business are business /negocios son negocios".
El control empresarial de la información no debería tener lugar en una sociedad "moderna, progresista, democrática y en constante evolución" como obviamente es la nuestra, la de los humanos del siglo XXI, que vivimos casi en el futuro, con avances que hace apenas diez años nos parecían ciencia ficción. Más allá del conflicto de intereses que salta a la vista, el control casi absoluto de la información a la que el ciudadano común tiene acceso permite que la oferta de "producto" (las noticias) vaya encaminada al control y no al beneficio de las masas, estar informado es bueno, es sano, pero lo que vemos en la TV no se llama "programación" por casualidad. El poder es tal que incluso han estallado guerras por noticias falsas, la historia está llena de estos ejemplos.
A través de los medios de comunicación, con cientos de spots diarios -multiplataforma, radio, internet, TV, cine- que repiten "Estamos trabajando por ti", queda claro, más que el agua misma, que el gobierno "se la está rifando", trabajando duro, lo que pasa es que lo bueno no se cuenta, pero cuenta mucho, claro. Después de miles de repeticiones durante todo el año, la programación es aceptada de manera inconsciente.
Los números de la economía nacional nos dicen que para más de la mitad de los mexicanos no hay calidad de vida ni posibilidades para acceder a ella y que la pobreza es ya un problema generacional, pero la programación afirma siempre que la actual administración, pese a todas las adversidades realiza día a día "su mejor esfuerzo por mejorar" la calidad de vida de cada uno de los más de 110 millones de mexicanos, al parecer todos ellos muy perezosos y bandidos pues según el discurso oficial ni pagan impuestos los muy vividores, sangrando al generoso gobierno que les extiende la mano porque así de buena onda es. Que los más grandes evasores fiscales sean al mismo tiempo los más grandes empresarios, es otra cosa y no tiene nada que ver.
Con este incesante bombardeo de spots -no confundir con propaganda- casi se olvida que según la ONU, el nuestro es el país más peligroso para ejercer el periodismo, casi se olvida también que en esta administración la cifra de compañeros asesinados por hacer su trabajo ya rompió récord. Casi se olvida además que mientras yo escribo esto y usted, amable lector, le da vida con su atención, decenas de miles de desaparecidos siguen sin aparecer, como si eso fuera algo normal, pero ni siquiera el término es apropiado, la gente no se "des-aparece" como si fuera un perfecto acto de magia.
Las desapariciones -muertes sin cadaver- son atribuidas al crimen organizado, en ocasiones incluso a las fuerzas armadas y aunque tal vez nunca sabremos a ciencia cierta la verdad de los hechos, lo que sí sabemos es que desde que comenzó la "guerra contra el narco" las fosas clandestinas no dejan de "aparecer". Ya son decenas de miles de desaparecidos, miles de familias mexicanas desgarradas por no saber ni a donde llevar flores. Y eso no debería de ser normal, miles de spots no van a cambiarlo.
Pero el tema era el presunto espionaje gubernamental. Ah, sí, eso de que los gobiernos tienen ojos y oídos por todos lados, ya lo sabíamos, pero ahora nos lo confirmaron. No nos lo confirmó la nota periodística del rotativo gringo, sino la respuesta del gobierno mexicano, que emula el estilo del legendario Pedro Infante con su "yo te lo juro que yo no fui" y va más allá con un batazo imparable "no hay evidencia", para rematar con un espectacular "la PGR va a investigar quién está diciendo infundios".
¿Pero qué dijo?- A - Yo no fui
- B - Nadie lo vio
- C - Son mentiras y aplicaré toda la fuerza del Estado a quien me está difamando
Respuesta correcta: Todas las anteriores.La empresa israelí que ofrece el software asegura que el trabajo es "irrastreable", es decir, no hay manera de saber que se realizó, ergo, a menos que wikileaks filtre una factura por "Servicios de espionaje gubernamental Pegasus, donde el cliente sea "Gobierno Federal de México S.A. de C.V." no hay ni habrán pruebas. Y así son conjeturas, no son verdades, son opiniones y ésta, solo es la de un servidor.
Sin embargo, la historia escrita en libros, documentada por historiadores y periodistas (como son de incómodos) ilustra que acciones como éstas corresponden a la llamada "guerra sucia", común en todas las culturas. Tenemos registro de unos 6 mil años de historia documentada y en ella podemos ver que desde que existen las formas de gobierno organizado en el mundo, el grupo en el poder recurre a toda la información que puede para diseñar estrategias para conservar dicho poder.
En consecuencia los "disidentes" han sido y serán siempre perseguidos por los siglos de los siglos -Amén-, eso ya lo sabíamos y es de esos secretos a voces como decíamos al principio. La democracia es una ilusión, ya lo sabemos, está bien, mientras haya calidad de vida no podemos realmente decir que no funciona, es como el famoso silbato para alejar tigres, ¿funciona? pues yo no veo ningún tigre por acá.
Lo que tenemos ahora es un simple cambio de vestuario y escenografía gracias a los avances de la tecnología. El software (el código para que funcionen las apps) puede ser utilizado -como cualquier herramienta- para construir o destruir. Ahora bien, si de por sí los ciudadanos ya cargan voluntariamente un rastreador con cámara y micrófono a donde vayan, ¿por qué no utilizarlo?
Era de esperarse que tantas "bondades" de los smartphones vinieran con sus respectivas contrapartes. Si te metes al agua, te mojas. Si cargas un localizador satelital contigo todo el día... ¿qué esperabas? ¿Que una especie de conciencia moral mezclada con ética profesional y un poco de valores vinieran al rescate? No, no es una película.
Las películas son la literatura popular de nuestro tiempo y aquí viene a la memoria "300", esa de los espartanos y su "gloriosa muerte" en batalla, la escena cuando espada en mano el valiente Leónidas -no muy brillante pero sin duda temerario- grita desde el fondo de su corazón con una mezcla de indignación y orgullo "This is... Sparta! / ¡Esto es... Esparta!", claro que luego de unas horas todos los muy bien entrenados guerreros sufren una muerte sumamente violenta en medio de una especie de tributo al desmembramiento y la sangre derramada o salpicada (el tipo de carnicería donde pareciera que casi mueren dos extras, un camarógrafo y hasta el director), bueno pues, al parecer, para ejercer el periodismo en nuestro país hay que salir así a la calle, armado hasta los dientes -con orgullo y valor, porque armas el gobierno las prohíbe-, dispuesto a morir en un baño de sangre con un desgarrador ¡Esto es... México!
Pero para eso primero hay que conciliar la idea de que el presunto espionaje gubernamental y el incremento de la violencia contra la prensa son dos temas no relacionados en lo absoluto.
Pero exagero, en la película no todos mueren, solo 299 ¡de un total de 300 guerreros de élite! encuentran la anhelada gloriosa muerte ejerciendo su profesión, la filosofía del soldado espartano era básicamente "vuelve a casa con tu escudo o sobre él", es decir, victorioso o muerto, pero resulta que los comunicadores no tienen esa fijación, morir no gusta, nomás no, de hecho, con tanto asesinato de periodistas, el concepto de "gloriosa muerte en acción" a diferencia de los espartanos, resulta que no le sienta muy bien al gremio, al parecer existe la ingenua convicción de que el ejercicio periodístico no debería ser una cuestión de vida o muerte en el México moderno, civilizado y progresista del siglo XXI que se presume ante el mundo como punta de lanza en democracia y atención a los derechos humanos y valores universales al punto mismo de criticar la política interna de otros países (Venezuela).
Ojalá que a diferencia del trabajo de ficción realizado en formato cinematográfico al que nos referimos, con ironía, para ejemplificar, aquí el final sea mucho mejor. Digo, ese que se escapó hizo quedar muy mal al ejército Persa, muy mal. ¿Donde queda la eficiencia?
En ContextoEn los Estados Unidos, cosa curiosa, el mismo NYT y otros, como la CNN parecen encabezar una especie de cruzada Anti Trump, el nivel de confrontación es tal que la Casa Blanca ha llegado a prohibir el acceso a las cámaras de video a las ruedas de prensa, al grado que los medios incluso han tenido que recurrir a un dibujante para informar al público más allá del audio. Hay una percepción popular clara de la enemistad del gobierno federal con algunos de los más importantes e influyentes medios de comunicación y aquí se observa como se abre el camino hacia un patrón similar en nuestra agenda mediática/política con estas "revelaciones".
Pero todo debe ser coincidencia, pues las situaciones y personajes son ficticios y no corresponden a la realidad, bueno, "en algunos casos sí pero en otros también y en otros más incluso a veces". Ningún animal fue herido durante la realización de esta obra, excepto dos mosquitos que no fueron tolerados y conocieron su... Fin.
¡Pero aún hay más!Aquí hay un interesante
informe sobre la vigilancia gubernamental en México. La historia de "Pegasus" no es la única, es apenas una parte muy pequeñita en el panorama global del espionaje del Estado mexicano.