Defender lo indefendible

Hoy por la mañana el Presidente ha comparado a las personas que viven en condición de pobreza con animalitos a los que hay que darles de comer, les llamó mascotas, así, sin más ni más.

Lo curioso no es que lo haya hecho, ciertamente dejó boquiabiertos a muchos que no podían procesar lo que acababan de escuchar, me incluyo, tuve que repetir el video pues creí haber escuchado mal, sin embargo, esas fueron sus palabras, comparó a la gente humilde con mascotas, pero lo increíble no fue eso, sino la manera en la que sus defensores niegan lo sucedido a pesar de que fue transmitido por televisión e internet en tiempo real y el video está a la vista de todos en redes sociales.

Para defender lo indefendible unos aseguran que todos somos animales pues tanto la ciencia como la biblia así lo dicen, entonces no hay agravio, no hay ofensa. Otros juran que sus palabras fueron sacadas de contexto y "usadas a conveniencia para atacarlo", otros "el presidente no dijo eso, estaba poniendo un ejemplo", de ese tamaño está el fanatismo, de ese calibre la incongruencia.

A los pocos medios de comunicación que se atrevieron a señalar el penoso incidente les han llovido descalificaciones, críticas y mentadas de madre como si hubieran apoyado la pedofilia, el satanismo y el canibalismo al mismo tiempo, mientras que a las personas que en redes sociales hicieron la observación también les dedicaron improperios y difamaciones que rayan en lo ridículo pasando por las más vulgares expresiones, muy creativos.

Cuando la rechifla en el estadio de los diablos rojos, en la defensa del presidente se argumentaron disparates también muy creativos, desde, "fue Meade que organizó a 20 personas junto a los micrófonos" hasta, "todo el estadio estaba lleno de prianistas infiltrados". Inconcebible y sin embargo esas fueron las respuestas de los defensores del mandatario federal, quien por cierto no necesita que lo defiendan pues nadie lo está atacando, siendo figura pública es lógico que sus acciones sean juzgadas y criticadas, siendo quien ocupa la silla del águila pues mil veces más, viene con el cargo.

Hoy la agenda mediática es un verdadero circo que ni los Ringling Bros. and Barnum & Bailey lograrían orquestar, de tres pistas, como los Atayde en sus buenos tiempos, entre tanta distracción, la población olvida que las promesas de campaña una vez más se quedaron en eso, en promesas, que la frase "tengan paciencia, no se puede arreglar todo de la noche a la mañana" es la misma que se usa como excusa para todo a pesar de que al tener su partido la mayoría en el Congreso, cuenta con las herramientas para hacerlo, que ayer la Marina asesinó a balazos a un pescador en Baja California cuando el presidente prometió nunca más uso de la fuerza contra el pueblo, que 8 de cada 10 contratos de su administración se han dado sin licitación, que "casualmente" su esposa publicó un libro de la conquista española y con su cartita a España que según él era un borrador que fue filtrado le hizo la mejor campaña publicitaria que cualquier escritor pudiera desear, que las cifras de muertes dolosas son hoy mayores que con Peña Nieto, que siguen matando periodistas como si con eso las verdades se callaran, que mandó meter a la cárcel a como dé lugar a quienes osaron llamarle populista por televisión, que cuando le piden con todo respeto que deje de dividir al pueblo llamando fifís a unos él responde con "sí, son fifís" y le agrega más insultos, que sus conferencias mañaneras son una estrategia de posicionamiento de imagen permanente, que de igual forma su nombre aparece en todos los uniformes y mochilas de quienes realizan los llamados censos del bienestar lo cual constituye también una campaña permanente de posicionamiento que es perfectamente ilegal... que la Guardia Nacional Civil de civil no tiene nada, que la deuda pública es mayor que antes al igual que la tasa de desempleo, que agacha la cabeza ante los insultos de Trump, que cerró comedores comunitarios, estancias infantiles, le quitó el apoyo hasta a las mujeres víctimas de violencia y dejó a su suerte a los niños con cáncer que ya no podrán seguir sus tratamientos y lamentablemente morirán, en fin, que ni sumando los 3 sexenios anteriores con todo y sus excesos llegamos a la cantidad de incongruencias, ocurrencias, barbaridades y desatinos que hemos tenido que soportar en tan solo 4 meses de "cambio".

Lo que sí ha cambiado es el nivel de odio e intolerancia entre paisanos, antes podías comentar tus opiniones entre compañeros de trabajo, amigos y familiares, hoy, eres considerado un enemigo de la nación si no apoyas ciegamente al Sr. López que ahora llama animales a los pobres, mascotas a las que hay que darles de comer, así lo ve él, nadie lo está inventando, él lo dijo y lo dijo así, juzgue usted:


El problema no son los insultos y la fe ciega que sus seguidores (o mascotas como él les llama) le profesan, el problema es que todavía faltan cinco años y medio para que se acabe su mandato y basándonos en los hechos recientes, al término del sexenio la realidad superará a la más creativa ficción, pues no se le puede objetar nada, ni tocar siquiera con el pétalo de una rosa y mucho menos con una "peligrosa" opinión, porque saltan miles de personas a defenderlo como si fuera de vidrio, como si con palabras e ideas se fuera a romper, como si juzgar las acciones del Presidente fuese a detener el cambio prometido.

Tenemos así a un Presidente que pregona libertad de expresión pero con el ejemplo predica la intolerancia, decir "yo respeto" no es lo mismo que respetar. Llamar a la oposición fifí y a los pobres animales es tan colorido como incongruente, no es digno de un jefe de estado, la investidura merece respeto, pero el respeto se da y se gana en la medida en la que somos congruentes. El doble discurso no genera respeto, los insultos menos.