El perdón de los pecados

• ¿Sí saben que en 1492, cuando comenzó la "conquista" México no existía, verdad?

México como país nunca fue invadido por España, simplemente porque la nación soberana que se denomina Estados Unidos Mexicanos no existía, fue invadido, entre otros, el imperio Azteca y no por España, que aún no existía como tal, sino por el reino de Castilla (ergo, hablamos castellano), fueron invadidos los pueblos que conformaban mesoamérica, esos sí que tendrían toda la razón del mundo en exigir disculpas, pero desgraciadamente ya no existen, entonces todo este circo mediático no es más que eso, un circo, una cortina de humo.

Nos han vendido la idea, durante años, que somos una economía de tercer mundo porque "nos vinieron a robar los españoles", es una manera de echar la culpa de la situación actual a circunstancias ajenas a nuestro tiempo. "Hoy y ahora", ahí es donde vivimos y de este tiempo somos responsables.

Pensar que estamos en el hoyo por hechos de hace cinco siglos le facilita al grupo en el poder evadir su responsabilidad de tener una economía sana donde hayan oportunidades y empleo para todos. Yo quiero una nación de empresarios y de gente trabajadora, no de limosneros que no tienen la posibilidad de salir adelante si no es con una dádiva de "papá gobierno".

Y volviendo al tema, nuestro México de hoy es producto del mestizaje, de la mezcla, no existiríamos sin esa España a la que culpan de casi todos nuestros males, de hecho, la guerra de independencia la encabezó un español y en español nos comunicamos, en español gritamos viva México y en español escribió su infame cartita el mandatario federal.

Ciertamente la corona del reino de Castilla (no de España) invadió y saqueó este territorio, pero no al Estado Mexicano, porque, como dije antes, no existía. Ni a mi, ni a usted, ni a nuestros abuelos, ni bisabuelos, ni a los padre de éstos les hizo nada España. Me extraña que siendo tan docto en historia y nieto de un español, el sr. Presidente parezca desconocerlo.

Si se trata de exigir disculpas a quienes han agraviado al Estado Mexicano, podríamos empezar con Trump y terminar con quien desde la más alta tribuna hoy promueve descaradamente la división y el odio entre hermanos, eso sí que es dañar a la patria. Es como una madre o un padre de familia que fomenta el odio entre los hermanos, cuando lo que realmente conviene a todo grupo social es la armonía, no la división y menos el odio.

Podemos y debemos tener ideas diferentes, de eso se trata la pluralidad, pero considerar que solo un punto de vista es válido y descalificar a quien difiera es, desde la silla más alta, dictatorial e inmoral. Las descalificaciones solo demeritan al emisor de las mismas, reflejan su capacidad cognitiva, nada más.

En política nada es casualidad, como no fue casualidad que asesinaran a balazos en la puerta de su domicilio al activista y líder opositor de la termoeléctrica en Morelos, Samir Flores, justo un día antes de la "consulta popular", ahora la famosa carta donde el mandatario exige disculpas a España se da a conocer justo luego del primer abucheo público (viralizado en redes sociales) que recibe como Presidente, mientras que el Congreso de la Unión se encuentra imposibilitado de sesionar pues la CNTE lo mantiene sitiado, se publica en el Diario Oficial de la Federación la militarización del país con el eufemismo de Guardia Nacional Civil y se le da una revolcadita a la ya vieja ley que permite a los ciudadanos tener armas de fuego (de bajo calibre) en casa y se legisla a modo el desafuero.

El país entero discutiendo la francamente ridícula idea de si España debe o no disculparse con el "pueblo de México" mientras que el grupo en el poder dibuja y desdibuja la constitución a su conveniencia. ¿Esto no les dice nada? Al pueblo, pan y circo, si se acaba el pan, más circo.